martes, 14 de septiembre de 2010

ANTIPASTO: pero mira como beben...

Esta semana estrenamos la columna ANTIPASTO, de Jazmín Martínez. En su primera entrega nos habla de la fiesta del bicenterario y de sus escenarios paralelos.

ANTIPASTO: pero mira como beben…
Por Jazmín Martínez.

-Señoras y señores, por fin, el tan mentado, airoso  y mesiánico festejo se anuncia a tan sólo unos días. Damas y caballeros, niños y niñas, con ustedes: E L  B I C E N T E N A R I O. Aplausos, por favor.  Sin embargo, después que el maestro de ceremonias hubo dicho esto, sólo se escuchó, circundando a los arcos floridos de todos los zócalos del país, un silencio que todo lo aplastaba, de la mano de un viento que sopló entre los adornos que se habían tendido entre un poste y otro.

Este podría ser el epílogo de la nueva era que propone abrirse (¿o cerrarse? Ojalá) con la llegada del Bicentenario. Disculpen, pero sigo pecando de pesimista.

"¡Contágiate del furor bicentenariesco!" gritan las marquesinas en los exteriores, los spots en la televisión, las banderitas de poliéster que venden en los cruceros, las trenzas de las falsas adelitas que por única ocasión en el año se atreverán a lucir atuendos quesque indígenas.

No puedo unirme al séquito de adoradores del falso becerro de oro, aquellos que se congratularán queriendo palpar de primera mano uno de los ochenta y cinco millones de dólares que costará el festejo de luces y fuegos artificiales en el Zócalo capitalino.  ¿Por qué después de todo, qué son 85 millones de dólares en medio de la crisis económica y social que México atraviesa? Mucho, si tomamos en cuenta que el presupuesto anual asignado en diciembre de 2009 para defender los derechos humanos en el Estado de México asciende también a poco más de 85 millones…pero de pesos.

¿Habrá un mensaje encriptado en la diferencia de estas cifras? ¿alguien estará queriendo decirnos que al pueblo pan y circo? Sí, pan y circo mientras los feminicidios no de Juárez, sino del Estado de México, suben como la espuma. Pero mira como beben los peces en el río. Beben y beben y vuelven a beber, mientras Toluca escala al primer lugar en asesinatos a mujeres, con la escabrosa cifra de 12.2 homicidios de mujeres por cada cien mil habitantes. Al pueblo pan y circo, pero también muerte, instituciones corruptas y un cómico presupuesto para la institución que defiende sus derechos humanos. Parafraseando a Nino Canún, he de preguntarle y usted… ¿qué opina?

¡Aplausos!

Septiembre de 2010

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